Cripto; hacemos cualquier cosa por tenerla en nuestras manos. ¿Qué tan bien suena cuando puedes soltar “Yo uso cripto” en una conversación? Literalmente se ve la habitación dividirse ante uno mismo como la partida del Mar Rojo. Pueden amarla u odiarla. Los rostros de algunas personas se iluminan con la oportunidad de hablar sobre sus últimos triunfos y cómo están capeando la actual criptotormenta, mientras que otros entrecierran los ojos y fruncen los labios ante la oportunidad de regodearse y echar sal sobre las heridas. Como no pueden esperar por dejar su criptoprogreso, sueños y ambiciones frustrados y destruidos en un contexto de colapso y miseria, a pesar de no poseer más conocimiento que vaya más allá de chismes y un puñado de noticias exageradas. Parecería que el drama actual no ha hecho nada para descongelar las opiniones de los británicos, ya que el 1.º de julio se informó que un tercio de ellos continúa creyendo que solo se trata de un gran esquema Ponzi. El criptocolapso, por supuesto, ha sido testigo de mucha agitación, incertidumbre y, en algunos casos, ganancias cayendo en picada. Sin embargo, para cualquier inversor ávido, las caídas, los desplomes y las bajadas van y vienen con cualquier mercado (todos recordamos la caída global de 2008, ¿verdad?) Más aún, a pesar de la “caída”, Bitcoin regresó a los niveles de diciembre de 2020. Como siempre, es fácil sacar a relucir los problemas e ignorar por completo el progreso realizado.
Un gran problema para muchos es que una vez que dan el salto y compran cripto, a menudo los compradores se quedan con una pregunta candente: ¿qué hago ahora? Obviamente, los traders e inversores experimentados tendrán un plan estelar implementado; no obstante, igual es una pregunta que vale la pena formularse. Una vez que la compramos, ¿qué podemos hacer realmente con la criptomoneda? Ya puedo anticipar los gritos de “gástala” — ¡no me digas! Sin embargo, como sabemos, en la vida, las cosas no son tan simples. En este artículo, echaré un vistazo a cómo y si los sistemas de pago y los POS (los sistemas de punto de venta) en las tiendas y negocios tradicionales están cambiando para adaptarse a la nueva moneda en el vecindario. También haré un seguimiento del progreso del gobierno del Reino Unido con respecto a su introducción en cripto y si Inglaterra eventualmente resulta saliendo victoriosa.
¡Puro cuento y tonterías!
Vivimos en un mundo cada vez más técnico donde los pagos electrónicos se están convirtiendo rápidamente en la norma. La pandemia puso esto a toda marcha y ahora la idea de no poder pagar con tarjeta hace que muchos blanqueen los ojos y suspiren de frustración. Sin embargo, en el Reino Unido, muchas personas todavía se acobardan ante la idea de no tener algo físico que puedan sostener en sus manos. Por supuesto, no hay bitcoins físicos (a pesar de las conclusiones a las que mucha gente llegó como resultado de la imagen de la moneda de Bitcoin). La pregunta: “¿Puedo ir a una tienda y pagar con Bitcoin?” es relevante, aunque muchas veces se traduce en un desaire para la legitimidad de la moneda. Si un negocio acepta o no Bitcoin depende de ese negocio en particular; sin embargo, existen sitios disponibles que brindan esta información. Esto puede ser agotador, frustrante y, en última instancia, lo que desanima a las personas incluso a indagar sobre la posibilidad de pagar con Bitcoin o cualquier otra criptomoneda. La opinión de que esta moneda no es más que habichuelas mágicas está obstaculizando su adopción masiva en la vida cotidiana. Después de todo, si las tiendas físicas no aceptan criptomonedas, ¿realmente tiene mucho sentido tenerlas? Bueno, en resumidas cuentas — ¡sí!
Es más fácil decirlo que hacerlo
Existen algunas ubicaciones que ya empezaron a aceptar pagos en Bitcoin. BitPay ofrece a los usuarios una forma de comprar productos con Bitcoin. Honestamente, a pesar de ser un poco extenso, el proceso de pago no es tan difícil de entender. Una vez que se selecciona Bitcoin como método de pago, la aplicación convierte el valor en GBP de su pedido a Bitcoin utilizando las tasas de cambio más recientes. Una vez calculado, el usuario tiene 15 minutos para aceptar la tarifa que se muestra y realizar el pago escaneando su código QR o transfiriendo sus bitcoins a la dirección de la billetera del proveedor. No duele mucho, ¿verdad? Otras formas de pago caen un poco de bruces, ya que implican comprar tarjetas de regalo. Bitrefill permite a los clientes hacer esto, brindándoles la oportunidad de convertir criptomonedas en fiat y luego usarlas. Desafortunadamente, debido a la baja cantidad de negocios que ofrecen criptomonedas como un método de pago legítimo, “uno tiene que acudir a un intermediario o liquidar la criptomoneda para realizar pagos en el mundo real”. Un evento transcendental se produjo en febrero de 2022, con la introducción de la CoinJar Card, que permite a los usuarios cargar su tarjeta con criptomonedas y usarla en cualquier tienda o ubicación que acepte Google Pay o Apple Pay. Por supuesto, usted compra/vende a la tarifa ofrecida por CoinJar y no se trata de cripto directo por productos; no obstante, ¡sigue siendo un gran paso en la dirección correcta!
¿El fin de una era?
Las High Streets (el comercio minorista de los centros de las ciudades) del Reino Unido han estado sufriendo como resultado del rápido crecimiento que se ha dado en línea. Las ventas minoristas en línea representan el 28,9%, mientras que se prevé que para 2023, las ventas por compras en línea crezcan un 34,5%. Una solución para la disminución de las ventas en las tiendas físicas es la apertura de capacidades omnicanal con el objetivo final de cerrar la brecha entre las tiendas en línea y fuera de línea. Esta es precisamente la razón por la que las criptomonedas seguirán desempeñando un papel crucial en la sociedad. Las tiendas tradicionales físicas eventualmente se pondrán al día y se adaptarán a lo que está sucediendo en el mundo digital. Su propia existencia depende de ello. Como escribí anteriormente, incluso se han creado sitios que detallan las tiendas que aceptan Bitcoin, con la lista creciendo a diario.
¡Puedes llevar un caballo al agua, pero no puedes obligarlo a beber!
Como se mencionó anteriormente, el proceso para pagar con criptomonedas realmente no es tan complicado y, a medida que las capacidades tecnológicas se ablanden, se volverá más común. En unos cuantos años, miraremos hacia atrás ante tanta confusión y nos reiremos. Recuerdo que en 2010 intenté pagar compras por menos de 10 £ con una tarjeta y la cara de disgusto del cajero era evidente. Odio imaginar la reacción que habría recibido si hubiera tratado de pagar por un paquete de chicles; sin duda, se hubiera dado un motín. Mi punto es que las cosas han cambiado a pasos agigantados desde entonces. No poder pagar con tarjeta hoy en día sería algo inconcebible. No aceptar Apple Pay también es otra anomalía. Hemos aceptado todas estas formas de pago debido a una razón principal: conveniencia. Haz las cosas demasiado complicadas y nada cambiará. Sin embargo, como mencioné anteriormente, el procedimiento no es tan insoportable como uno podría pensar. Entonces, ¿por qué tanto alboroto y palabrería? Bueno, eso es exactamente lo que hacemos mejor. Como mencioné en mi artículo anterior, a los británicos nos gusta lo que nos gusta. Después de todo, la tradición reina suprema (¡todavía tenemos tiendas que venden DVDs!) y nuestro gobierno actualmente está sopesando si reintroducir o no las medidas imperiales. ¿Por qué necesito tus kgs y cms, cuando tengo pulgadas y pies? Más concretamente, ¡obtiene más por su dinero cuando conduce en millas! El problema real es que esta mentalidad es el escollo que se interpone en el camino entre Gran Bretaña defendiendo la criptoescena y su caída en la oscuridad.
La nueva vestimenta del emperador
Ahora, pasamos al progreso de Gran Bretaña con sus planes para dominar la criptoescena. Bueno, odio ser el portador de malas noticias, sin embargo, realmente poco o nada ha sucedido con respecto a las regulaciones en el Reino Unido. Incluso Phillip Hammond, quien fue Ministro de Hacienda del Reino Unido de 2016 a 2019, comentó que «siento que el Reino Unido cometió un error«. Haciendo eco de mensajes similares de líderes empresariales, Hammond continuó diciendo que la pura falta de normas, regulaciones y dirección, dejó a la industria en penumbras, sin idea de qué camino tomar. Además, las preguntas sobre la seguridad de las criptomonedas han sido objeto de críticas cuando el regulador de conducta del Reino Unido, la Autoridad de Conducta Financiera, publicó en su sitio que es poco probable que los usuarios “tengan acceso al Servicio del Defensor del Pueblo Financiero (Financial Ombudsman Service, FOS) o al Esquema de Compensación de Servicios Financieros (Financial Services Compensation Scheme, FSCS) si algo sale mal.” Ellos continúan afirmando que “si uno invierte en criptoactivos, debe estar preparado para perder todo su dinero.” A su vez, esto conduce a una mayor especulación, además, con la actual crisis del mercado, tenemos una receta ideal para la apatía. Sí, eso es correcto. ¿Por qué molestarse?
Hammond expresa un buen punto y parece compartir lo que es una creciente sensación de frustración con el gobierno británico y su criptopotencial.
Contra viento y marea
Para rematar sobre lo que ya pareciera una apreciación bastante calamitosa, Binance, el exchange de criptomonedas más grande del mundo, ni siquiera tiene permiso para operar en el Reino Unido. Esto muestra claramente la manifestación física de lo difícil que es hacer negocios en el Reino Unido. Si es tan desafiante obtener permiso para hacer negocios, entonces, ¿cómo va a ser realmente establecer y administrar dicho negocio? ¿Realmente creemos que los criptoinversores, teniendo las opciones de la soleada Dubái o la tecnología de Singapur a la mano, realmente cambiarán eso por los cielos grises de Wolverhampton? No tiene el mismo atractivo, por expresarlo de forma más sutil. Por supuesto, la legislación puede tardar meses, si no años, en aprobarse. ¿Quizás esté siendo demasiado duro? Tal vez no. En tiempos de crisis, cuando la nación necesita salir adelante y poner todo de su parte, la retórica churchiliana de Boris Johnson siempre sale a la luz. ¡Esta es la Gran Bretaña post Brexit! Atrás quedaron los grilletes de la UE, nos despedimos del continente y levantamos los muros alrededor de nuestra isla, declarando desafiantemente que “¡Gran Bretaña está abierta a los negocios!” Al momento de redacción de este artículo, el gobierno se encuentra en crisis, con más de 50 renuncias y el anuncio de Johnson de que dejará el cargo de primer ministro, pero con la intención de actuar como “Primer Ministro Interino” hasta el otoño. Es poco probable que esto resulte en la aprobación de leyes importantes y el partido Conservador tendrá sus mentes enfocadas en seleccionar a su próximo líder. Además, mientras están ocupados apagando los incendios en Westminster, ¿qué pasará con las criptoregulaciones? ¿Se mantendrán a la vanguardia y recibirán la atención que necesitan para hacer realidad las aspiraciones de Gran Bretaña, o simplemente se harán a un lado? Como siempre es el caso, una vez que la fanfarria se apaga, uno queda con fanfarronadas, elogios y promesas incumplidas. Ninguno de estos factores es un buen augurio para las criptoambiciones del Reino Unido