El espacio de las criptomonedas, como en cualquier otro entorno, cuenta con varias expresiones coloquiales que se usan comúnmente incluso en documentos oficiales. Una de estas expresiones es un término con el que probablemente se haya topado cualquier persona interesada en los activos digitales o el trading; la palabra es “ballena”.
Una criptoballena, o simplemente ballena, es un gran poseedor de un activo. El término es utilizado por los medios de comunicación, expertos financieros y usuarios comunes. Las ballenas de BTC fueron denominadas por primera vez en 2013 grandes inversores por el trader de criptomonedas, Vinny Lingham, que tomó el término de los traders del mercado de valores que lo usaban en el siglo pasado.
Las ballenas tienen quizás la mayor influencia en el criptomercado. Al igual que sus homónimos marinos, que pueden crear una gran ola gracias a su impresionante tamaño, las ballenas de BTC poseen muchos activos digitales y pueden influir fácilmente en las cotizaciones de ciertas monedas al momento de ejecutar transacciones. Las ballenas suelen estar involucradas en las manipulaciones del mercado como durante los denominados Pump and Dumps.
Tipos de ballenas y su porción de Bitcoin
A principios de 2021, cuando el criptomercado alcanzó su punto máximo, los analistas de Glassnode ampliaron la clasificación de los inversores de BTC, dividiéndolos en ocho categorías de “especies marinas”. Además de las ballenas, los analistas también derivaron a las ballenas jorobadas. La principal diferencia entre esta categoría de inversores es la cantidad de activos digitales almacenados en sus cuentas. Las ballenas regulares poseen de 1000 a 5000 BTC, mientras que las ballenas jorobadas tienen más de 5000 BTC. Sin embargo, esta clasificación no echó raíces y todos los poseedores de más de 1000 BTC todavía son denominados simplemente como “ballenas”.
A pesar de la naturaleza descentralizada de Bitcoin, el análisis de las direcciones de BTC demuestra que las ballenas poseen la mayor cantidad de tokens. Por ejemplo, un estudio de Glassnode del año pasado encontró que las ballenas controlan alrededor del 31% del suministro total de BTC. Según BitInfoCharts, 2039 ballenas tenían más de 1000 BTC al 9 de diciembre de 2022, lo que representa casi el 40% de la emisión total. Al respecto, cinco direcciones poseen entre 100.000 y 1 millón de BTC.
La “fauna marina” de Bitcoin
No solo las ballenas habitan el “criptomar”, sino también criaturas más pequeñas. Sus nombres coloquiales no calaron tan bien en la comunidad, pero todavía se usan activamente en foros y por algunos expertos.
Entonces, dependiendo de la cantidad de BTC en una cuenta, la “fauna marina” del criptoespacio se divide en las siguientes especies:
● Tiburones: 500 a 1000 BTC.
● Delfines: 100 a 500 BTC.
● Peces: 50 a 100 BTC.
● Pulpos: 10 a 50 BTC.
● Cangrejos: 1 a 10 BTC.
● Camarones: < 1 BTC.
La versión original omitió el “plancton”, que de alguna manera hizo su aparición posteriormente en la clasificación. El plancton representa a las direcciones de BTC con menos de 0,01 BTC en saldo. Dichas direcciones contienen poco más del 0,22% de todos los BTC en circulación, pero representan el 74% de todas las direcciones en la red de Bitcoin.
El comportamiento del mercado de los planctones, camarones y cangrejos puede tener un impacto significativo en las cotizaciones de las criptomonedas, ya que el número total de dichos inversores representa el 99,65% de todas las direcciones de BTC en la red. Según BitInfoCharts, el número de direcciones con menos de 10 BTC supera los 43,3 millones. Juntos, poseen más del 17% de la emisión de BTC y es por eso por lo que sus acciones pueden afectar seriamente al precio de Bitcoin.
Por ejemplo, los rumores que circulaban en la comunidad sobre la próxima gran venta de BTC de Tesla en mayo de 2021, provocaron una caída del 20% en el precio de Bitcoin. La razón detrás de esto fue que los inversores minoristas sucumbieron al efecto FUD y comenzaron a vender activamente su BTC. Eventualmente, el CEO de Tesla, Elon Musk negó los rumores, pero Bitcoin no pudo recuperar su nivel anterior durante mucho tiempo después de tal impacto.
Las ballenas y la «cadena alimentaria» de BTC
El comportamiento de las ballenas influye en gran medida en la actividad del mercado, ya que los inversores más pequeños lo utilizan como punto de referencia. De vez en cuando, se puede observar la siguiente imagen: las ballenas inundan el mercado con grandes cantidades de BTC. Esto hace que los camarones comiencen a vender activamente aumentando la presión sobre el precio del activo y resultando en que las cotizaciones caigan. Luego, las ballenas canjean las monedas a un precio más bajo. De esta manera, los activos de los pequeños poseedores se trasladan a las direcciones de las ballenas o, viceversa, cuando las ballenas acumulan activos de BTC y los retiran a billeteras frías, ahí los habitantes del “criptomar” más pequeños fluyen en el mismo sentido siguiendo su ejemplo.
De hecho, 2022 fue un año desafiante pero revelador. El ataque FUD en Terra fue provocado por las ballenas, seguido por la caída de la primera criptomoneda y una venta global de activos por parte de los camarones y planctones, lo que golpeó el precio de BTC aún más. El segundo golpe este año fue el colapso de FTX; sin embargo, los pequeños poseedores de BTC no vendieron sus activos esta vez, sino que hicieron el cambio por su acumulación, siguiendo el ejemplo de los grandes inversores. En consecuencia, el saldo total de direcciones Bitcoin de los planctones y camarones creció a un récord del 6,3% del total emitido.
Por lo tanto, los pequeños poseedores dan a las ballenas espacio para maniobrar mientras guían y corrigen los flujos del mercado. Al igual que en las profundidades del mar, el “criptomar” no puede existir sin organismos de vida más pequeños y grandes. Por lo tanto, los planctones y camarones son una parte integral de la “cadena alimentaria” de BTC.
