Como tendencia general, los reguladores alrededor del mundo están aplicando criptoimpuestos donde los criptoactivos se consideran propiedad o mercancías a efectos tributarios, en lugar de moneda extranjera: la tasa impositiva que usted deberá pagar por las transacciones de criptomonedas variará según la jurisdicción y el uso. En muchos países, esto se traduce en que las criptomonedas estén sujetas al impuesto sobre las ganancias de capital para la mayoría de los particulares que invierten en criptomonedas, comenta Danny Talwar, jefe de impuestos de Koinly, un servicio de calculadora de impuestos sobre criptomonedas. En algunas jurisdicciones, las tasas de dicho impuesto podrían parecer altas.
Criptoimpuestos en los Estados Unidos como punto de referencia
Estados Unidos, como custodios de la moneda de reserva mundial, se encuentra a la vanguardia del movimiento para regular las criptomonedas, con la tributación de éstas encontrándose en lo alto de su lista de prioridades. En 2014, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) emitió una norma relacionada a monedas digitales como Bitcoin, estableciendo que las monedas virtuales son tratadas como propiedad por motivos tributarios.
Las ganancias de capital presentan el tema más debatido: las mismas se gravan a diferentes tasas dependiendo de si la ganancia se logró rápidamente o durante un período de tiempo más largo (retención durante más de un año) y la categoría impositiva individual de un contribuyente. Se debe tener en cuenta que la tasa impositiva máxima sobre las ganancias de capital a largo plazo es mucho más baja que la de ganancias a corto plazo. Como tal, el gobierno de los EE. UU. ofrece incentivos a las personas que estén dispuestas a conservar sus criptoactivos durante mucho tiempo.
Ya sea que a una persona se le pague en criptomonedas a través de un empleo tradicional, por staking, minería, la ejecución de un nodo, airdrops o intereses sobre un préstamo, las mismas estarán sujetas a impuestos sobre la renta en los Estados Unidos en función del valor en dólares de las ganancias en criptomonedas al momento de recibir los activos digitales.
La posesión de criptomonedas no lo sujeta a impuestos. Si aún no ha gastado las criptomonedas almacenadas en su billetera, no es necesario que presente una declaración de impuestos sobre criptomonedas. Si vende sus activos digitales o de otra manera crea un hecho imponible, habrá obtenido una ganancia o pérdida de capital y estará sujeto a impuestos.
Aquí, una persona debe aportar un elemento de claridad en el tratamiento tributario: usted generalmente debe comprender si ha obtenido una ganancia o una pérdida cuando vende, regala e intercambia criptomonedas, agrega Danny Talwar. Existen muchos matices.
Cuando un hecho imponible ocurre como resultado de su criptoactividad, debe presentar una declaración tributaria. Los siguientes son ejemplos de hechos imponibles relacionados con las criptomonedas que se mencionan en la guía de monedas virtuales del IRS:
- El intercambio de moneda digital por dinero tradicional como el dólar estadounidense.
- Los ingresos de las criptomonedas se gravan como cualquier otro tipo de ingreso regular.
- Una transacción que involucra el uso de criptomonedas para la adquisición de bienes o servicios.
Nuevos conceptos para crear nueva tributación
Danny Talwar también enfatiza el punto de que, dado que el criptoespacio se ha movido rápidamente en tiempos recientes, con muchos haciendo trading de NFTs, interactuando con plataformas DeFi y juegos Play-2-Earn, con seguridad se impondrán nuevas normas tributarias:
“El tratamiento tributario para transacciones más complejas se encuentra todavía en una zona gris en la mayoría de los países. A menudo, una lectura actual de la guía de las autoridades tributarias indica una cantidad inmanejable de hechos y enajenaciones imponibles. Revisiones se están realizando para brindar más claridad, sin embargo, es probable que esto todavía tome algún tiempo, dejando a muchos contadores y poseedores de criptomonedas en penumbras”.
En su “Ultimate Crypto US Tax Guide (Guía tributaria definitiva sobre criptomonedas de los EE. UU.), Danny proporciona algunos ejemplos de nuevas formas en que uno puede ganar criptomonedas participando en DeFi, es decir, ganando intereses a través de protocolos de préstamo como Aave o Compound u obtener recompensas por hacer staking de tokens como SUSHI o CAKE. Teóricamente, dado que los usuarios están percibiendo ingresos, quedan sujetos al impuesto sobre la renta.
Nuevos instrumentos como los NFTs también son considerados por el IRS para la presentación de informes del año fiscal 2023.
Los NFTs son una clase de activo única, y depende de lo que los propios NFTs hagan dentro del ecosistema, comenta Cal Evans, abogado internacional de activos digitales, pero están sujetos a impuestos, no obstante:
“Como regla general, si uno compra algo barato y lo vende para sacar una ganancia, puede esperar pagar impuestos si vive en una jurisdicción de ganancias de capital. Todos los que viven fuera de una jurisdicción libre de impuestos pagan tributos sobre las ventas realizadas de NFTs, tanto como creadores como traders especulativos. El tipo y la cantidad de impuestos que paga depende de dónde vive y cómo usa esos NFTs”.
¿Los activos digitales son monitoreados de cerca por las autoridades?
La criptocomunidad puede creer erróneamente que la estructura descentralizada de las criptomonedas les permite evitar fácilmente el pago de impuestos. A partir de 2021, el IRS de los EE. UU. recibe información sobre los clientes y sus criptoganancias de exchanges populares como Coinbase en forma de formularios 1099-MISC. Además, el gobierno agregó una nueva pregunta al formulario principal de impuestos sobre la renta (1040) de los EE. UU., que todo contribuyente estadounidense debe responder bajo pena de perjurio: “Durante 2021, ¿recibió, vendió, intercambió o se deshizo de algún interés financiero en alguna moneda virtual?”
Digamos que el Servicio de Impuestos Internos descubre que usted no declaró ningún criptoingreso. Si esto sucede, se le enviará una carta automática CP2000 a su hogar para informarle sobre sus ingresos no declarados y sus obligaciones tributarias. El IRS utiliza contratistas como Chainalysis para estudiar la tecnología blockchain con el fin de reducir drásticamente el fraude fiscal. Danny Talwar confía en que las autoridades tributarias ya están mejorando sus habilidades en el criptoespacio en un intento por mantenerse al día con la creciente adopción de las criptomonedas, particularmente en torno a los conceptos de DeFi, NFTs y metaverso. Es probable que inviertan en tecnología y se beneficien de una regulación más clara para obtener información sobre particulares y empresas que buscan evadir impuestos sobre las criptomonedas.
A medida que crece el ecosistema de las criptomonedas, es probable que aumente la cantidad de auditorías tributarias y procesos judiciales relacionados con las criptomonedas. Hasta el 15 de abril de 2023, todos los criptocontribuyentes de EE. UU. a partir de 2022 deben presentar declaraciones enmendadas. Hasta el 15 de junio de 2023, toda la correspondencia fiscal vence.
Los inversores en criptomonedas a menudo pasan por alto el hecho de que deben pagar impuestos sobre cualquier ganancia que obtengan de sus criptomonedas. En lugar de esperar que las autoridades no se den cuenta, los inversores en criptomonedas deben presentar declaraciones de impuestos modificadas por su cuenta; es mejor hacer esto, a pesar de que todavía existen zonas grises. Como Danny Talwar espera, las autoridades tributarias eventualmente brindarán una guía más clara al respecto para que los contribuyentes puedan navegar por el entorno tributario con más confianza.
¿Cuál es la mejor jurisdicción para las criptomonedas?
Cada país tiene una legislación tributaria local y, si bien las tendencias generales se dirigen hacia un impuesto sobre las ganancias de capital para personas físicas, existen matices locales a considerar para cada país. Gran parte de estas diferencias son el resultado de la ley tributaria vigente en lugar de ser específicas para las criptomoendas. Sin embargo, paso a paso, los países igualmente están emitiendo pautas sobre transacciones criptoespecíficas, como los airdrops, staking y los préstamos.
No se tiene una respuesta única a la pregunta de la “jurisdicción más amigable con las criptomonedas”, ya que depende de una serie de factores diferentes, afirma Cal Evans.:
“Si cualquiera habla con un abogado y este sugiere un lugar, váyase de la habitación. Por ejemplo, como fundador, uno debe pensar en varias cosas. Los ejemplos incluyen: desea una licencia, desea pagar impuestos, desea operar en ciertos mercados, cuántos accionistas desea, etc.”
Cal Evans cree que el criptoespacio está a punto de sufrir grandes cambios, ya que la regulación de los Mercados Europeos de Criptoactivos (MiCA) puede entrar en vigor en 2024. Más aún, las regulaciones VARA de Dubái entraron en vigor en 2023, por lo que la criptoescena cambiará significativamente. Los reguladores en general no suelen intentar formar una “mejor” relación con las criptoempresas o aquellas de la criptoindustria. Su posición suele ser simple: “Gane dinero. Pague impuestos”. Existen algunas ubicaciones que tienen un tratamiento especial para diferentes activos digitales, pero generalmente se implementaron como un paquete para atraer a más inversores o empresas innovadoras. El tiempo finalmente nos mostrará el momento cuándo estas jurisdicciones impongan sistemas tributarios nuevos y probablemente más estrictos para los activos digitales.