Sam Bankman-Fried, fundador del criptoexchange en quiebra FTX y antiguo ejecutivo de Alameda Research, se enfrenta a nuevos cargos penales. El tribunal acusa a SBF de conspiración para cometer fraude bancario y conspiración para “eludir las restricciones a las donaciones individuales”.
El juez federal que preside la causa penal contra Sam Bankman-Fried desveló una acusación sustitutiva presentada por el fiscal estadounidense Damian Williams en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York. Según el documento, a SBF se le imputan nuevos cargos de conspiración para defraudar. Así lo informó The Block.
Anteriormente, Bankman-Fried estaba acusado de 8 cargos, Williams ha aumentado ahora el número a 12. Según la acusación, SBF está acusado de ocho cargos de conspiración relacionados con el fraude, así como de cuatro cargos de fraude electrónico y fraude de valores.
Según el escrito de acusación, Bankman-Fried cometió fraude al abrir una cuenta bancaria para obtener depósitos de los usuarios. Los fiscales también acusaron a SBF de conspirar para realizar más de 300 donaciones políticas ilegales. Así lo informó Reuters.
Así, la nueva acusación dice que Bankman-Fried “eludió las restricciones impuestas a las donaciones individuales”. Según la declaración del fiscal, SBF se confabuló con dos antiguos ejecutivos de FTX, que por cierto están cooperando activamente con la investigación, y donaron “decenas de millones de dólares” como “contribuciones políticas”. De este modo, según el fiscal, SBF intentó ejercer presión para conseguir una legislación favorable para él y su empresa.
Recordemos que Sam Bankman-Fried fue extraditado a EE.UU. y puesto en libertad bajo fianza de 250 millones de dólares. SBF se encuentra actualmente bajo arresto domiciliario. Se ha declarado inocente de los cargos penales y su juicio está previsto para octubre. SBF también tiene prohibido ponerse en contacto con los empleados de FTX y Alameda hasta el 3 de marzo.
Recordemos que los cargos contra SBF fueron presentados por la fiscalía federal, así como por los reguladores financieros estadounidenses: la SEC y la CFTC. Sin embargo, el tribunal suspendió las demandas de los reguladores hasta el final del proceso penal.