Menos de una semana después de su lanzamiento, el valor total de los activos bloqueados (TVL) por los usuarios en direcciones de protocolo L2 Blast superó los 566,16 millones de dólares y sigue creciendo. Al mismo tiempo, se acusa a los autores del proyecto de fraude y centralización.
El proyecto Blast, lanzado el 22 de noviembre, consiguió recaudar más de 566 millones de dólares en fondos de los usuarios en cinco días, según DefiLlama. Sin embargo, el éxito del lanzamiento también ha suscitado numerosas críticas al proyecto.
Así, la estrategia de marketing de Blast fue criticada, en particular, por Dan Robinson, jefe de investigación de Paradigm. Esta empresa es uno de los inversores de Blast, y los fondos se invirtieron en la red L2, que aún no se ha puesto en marcha, mientras que la captación de activos de los usuarios está activamente en marcha. Por otro lado, Jarrod Watts, ingeniero de relaciones con los desarrolladores de Polygon Labs, hizo hincapié en los mismos aspectos del funcionamiento del protocolo y planteó sus preocupaciones en materia de seguridad.
En general, las críticas se reducen a unos pocos puntos principales:
- La red de Capa 2 supone una grave amenaza para la seguridad de los activos de los usuarios debido a su centralización y al uso de un esquema multifirma de 3 sobre 5.
- El contrato inteligente sobre el que opera Blast es modificable.
- El protocolo L2 no es realmente ejecutado, y el protocolo se limita a atraer fondos de los usuarios y colocarlos en otras plataformas DeFi.
- Los usuarios no pueden devolver los fondos depositados en las direcciones del protocolo durante los tres meses siguientes a su depósito.
- No hay documentación sobre los mecanismos de ganancias propuestos, lo que hace suponer que Blast es un esquema Ponzi.
Los representantes de Blast ignoraron algunas de las preguntas, pero rechazaron las afirmaciones sobre seguridad. Según ellos, el protocolo tiene el mismo nivel de descentralización y está organizado de forma similar a Polygon, Optimism, Arbitrum y otras redes L2 que operan en el ecosistema Ethereum. En este contexto, la modificabilidad del contrato inteligente permite trabajar constantemente en su seguridad, abordando las vulnerabilidades identificadas, y los miembros del equipo responsable de la multifirma tienen una amplia experiencia en proyectos Web3.
Entre las cuestiones que el equipo de Blast ignoró, la principal es la estrategia de marketing, cuya base es la posibilidad de ingresos pasivos. El protocolo se posiciona como la única solución L2 del ecosistema Ethereum que ofrece ingresos por depósitos en ETH y stablecoins. Cabe señalar que casi todos los fondos de los usuarios atraídos se colocan en las plataformas DeFi Lido y MakerDAO, gracias a las cuales los usuarios de Blast pueden contar con el rendimiento prometido del 4% para los depósitos en ETH y del 5% para los depósitos en stablecoins. Pero realmente faltan documentos técnicos que describan los mecanismos de rendimiento, aunque el equipo del proyecto promete publicarlos a principios de enero de 2024, después del esperado airdrop.
Recordemos que el protocolo Blast se concibió como una red de Capa 2 en el ecosistema Ethereum, cuyo objetivo principal es escalar las operaciones en el mercado de NFT Blur, cuyo creador, Pacman, es también el autor del proyecto. Además, un equipo de personas de MakerDAO, la Universidad de Massachusetts y la Universidad Nacional de Seúl está trabajando en Blast. Cabe destacar que el equipo del proyecto permanece en el anonimato.
El día anterior al lanzamiento, el proyecto recaudó 20 millones de dólares de Paradigm y Standard Crypto. El lanzamiento de la red principal de Blast está previsto para el 24 de febrero de 2024; los depósitos no podrán retirarse hasta entonces. La excitación en torno al protocolo se debe al prometido airdrop de tokens BLAST, que requiere el envío de fondos a la dirección del protocolo para participar. Por otra parte, la excitación está alimentada por la personalidad de Pacman y el éxito de su mercado de NFT Blur, que ha asumido parcialmente el liderazgo de OpenSea en el mercado de los tokens no fungibles.