La minería egoísta en teoría
El estudio de la minería egoísta fue iniciado en 2011-2012 por los científicos Ittay Eyal y Emin Gun Sirer, que publicaron su artículo «La mayoría no es suficiente: la minería de Bitcoin es vulnerable». Argumentan que, a pesar de la creencia popular, incentivar a los mineros de BTC es un error y podría conducir a la centralización de las redes.
Para entender los fundamentos de la minería egoísta, consideremos un ejemplo sencillo:
- Cinco mineros tienen partes iguales de toda la capacidad de tasa de hash de la red (20% cada uno). Tres de ellos trabajan con minería basada en reglas, pero los otros dos han unido sus esfuerzos para obtener más beneficios para ellos.
- Cuando encuentran un bloque, los mineros «honestos» lo añaden inmediatamente a la cadena, mientras que los mineros «egoístas» se quedan con el bloque que han encontrado, aumentando la probabilidad de encontrar el siguiente bloque antes que los demás participantes.
- Además de la pública, surge una cadena secreta, que es más larga. El hecho de contar con una mayor potencia de cálculo permite a los participantes «egoístas» encontrar nuevos bloques más rápidamente; por ello, los participantes «honestos» buscan N bloques, mientras que los «egoístas» ya buscan N+2.
- En el sistema Proof-of-work, la cadena con el mayor número de bloques se considera «correcta». Así, si la cadena principal obtiene un nuevo bloque, los mineros egoístas publican un bloque más y anulan el trabajo de otros mineros al apropiarse de la recompensa por minar cada nuevo bloque.
El impacto de la minería egoísta
La minería egoísta implica una ventaja estratégica en la red, ya que, por un lado, otros mineros se unirán activamente a ese pool y, por otro, otros pools similares crecerán en paralelo. Según el trabajo de Eyal y Sirer, esta evolución es un riesgo muy grave, porque con el tiempo el número de hashes en los pools aumentará debido a la fusión de las partes para aumentar sus niveles de rentabilidad. Y una vez que uno de los grupos consiga más potencia del sistema, tendrá la oportunidad de intentar un ataque del 51%.
Muchos expertos no consideran que la minería egoísta sea una gran amenaza. En el peor de los casos, los participantes «honestos» se unirán a los mineros «egoístas», lo que llevará a la centralización de la cadena de bloques. Al poner en peligro la seguridad de la red, el precio de la criptodivisa podría caer significativamente, lo que afectaría negativamente a la rentabilidad de la minería, un riesgo que prácticamente descarta la práctica de la minería egoísta en las grandes redes de criptodivisas.
