La emisión de una moneda digital del banco central en EE.UU. podría amenazar la privacidad de sus ciudadanos, reducir la ciberseguridad y socavar el estatus internacional del dólar, ya que la CBDC sólo puede “reforzar el control gubernamental”.

La emisión de CBDC en EE.UU. ampliará la supervisión financiera de los ciudadanos

Los analistas del Instituto Cato, un centro de investigación política de Washington D.C., sostienen que el uso de la CBDC supone un “peligro claro y presente” para la privacidad financiera y las libertades económicas de los ciudadanos estadounidenses.

En su opinión, el Congreso debería prohibir a la Reserva Federal y al Departamento del Tesoro la creación de CBDC porque la emisión de un dólar digital sólo puede proporcionar más supervisión financiera y desestabilizar el sistema financiero. Los analistas del Instituto también sostienen que la única razón para emitir CBDC es el deseo del gobierno de “reforzar el control gubernamental” sobre los sistemas de pago.

La accesibilidad financiera, considerada una de las principales ventajas de las CBDC, ha sido calificada por los analistas de “relativa” y “llena de matices”. Citando una encuesta de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) de 2021, los analistas del Instituto Cato destacaron el hecho de que más de la mitad de los hogares estadounidenses simplemente no tienen una cuenta bancaria. Al mismo tiempo, cerca del 72% de ellos no confían en absoluto en los bancos, porque creen que violan su intimidad. La CBDC es incapaz de proporcionar un mayor nivel de confianza en los bancos, ya que sólo exacerbará los temores de los ciudadanos sobre la privacidad. Así, no hay forma de aumentar la inclusión financiera en el país con el dólar digital.

Los analistas del Instituto también han acusado al Gobierno de hacer todo lo posible para desalentar la innovación en el sector bancario privado con el fin de promover las iniciativas gubernamentales. En 2017, por ejemplo, un consorcio de bancos privados de EE.UU. puso en marcha la red Real-Time Payments (RTP), que desde hace tiempo satisface las necesidades de los ciudadanos de pagos instantáneos en todo el país y ha experimentado un gran auge. Sin embargo, este año, RTP se ha enfrentado a los obstáculos de la Reserva Federal (FED). Esto se debe a que la FED tiene previsto lanzar su propio sistema de pagos instantáneos FedNow en 2023. 

Los analistas del Instituto también consideran “infundados” los temores de los políticos sobre el mantenimiento del “estatus del dólar como moneda de reserva mundial” en caso de que el país no cuente con una CBDC. En su opinión, el estatus del dólar estadounidense no está asegurado en absoluto por una tecnología específica, sino por la “fortaleza de la economía estadounidense” y las “protecciones legales para los ciudadanos privados” que contrastan favorablemente con las de otros países. Por lo tanto, el Congreso debería centrarse en proteger la privacidad financiera y “garantizar la transparencia en la gestión monetaria” para que el dólar pueda reforzar su estatus internacional. Y la cuestión de la CBDC no contribuirá a ello en modo alguno.

Los analistas del Instituto niegan también que la CBDC pueda mejorar la aplicación de la política monetaria y fiscal estadounidense. En su opinión, el Congreso puede prever ciertos pagos con un riesgo cero de liquidez o de crédito y sin necesidad de emitir una CBDC. Dichos pagos sólo tendrían que estar totalmente vinculados a garantías gubernamentales, que el gobierno podría proporcionar a cualquier sistema de pago electrónico del sector privado ya existente. Sin embargo, en este caso, la Fed perdería el control que busca.

En última instancia, la CBDC daría al gobierno federal una visibilidad total de cada transacción financiera. En tal caso, los derechos de privacidad de los estadounidenses quedarían simplemente abrogados y la CBDC se convertiría en “la mayor amenaza para la privacidad financiera”. Un gobierno con acceso a todas las transacciones financieras de sus ciudadanos no sólo podría vigilar las transacciones, sino también manipularlas. Por ejemplo, el gobierno podría prohibir a los ciudadanos la compra de determinados bienes y servicios, o limitar su importe, o incluso congelar los fondos. Por tanto, la emisión de CBDC podría dar lugar a un “abuso de poder”.

Otro problema de las CBDC que destacan los analistas del Instituto es el almacenamiento centralizado de la información financiera. La CBDC podría convertirse en un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes, y dado que el gobierno federal no es inmune a los hackeos o a las violaciones de datos, absolutamente todos los ciudadanos estadounidenses podrían estar en peligro. Dicho esto, los analistas no niegan el hecho de que el sector privado tampoco es inmune a los ciberataques. Sin embargo, un mayor nivel de descentralización de las instituciones financieras privadas es capaz de proteger a un gran número de ciudadanos, lo que no puede lograrse con la CBDC.

Como recordatorio, el gobierno estadounidense no ha tomado una decisión definitiva sobre la cuestión de la CBDC. Joe Biden aprobó la investigación y el desarrollo del dólar digital y ordenó al Tesoro estadounidense que emitiera el instrumento financiero, a pesar de las preocupaciones de los analistas de la Fed. El gobierno cree que la CBDC tiene el potencial de mejorar la estabilidad del sistema bancario, pero cerca del 60% de los ciudadanos estadounidenses han expresado su oposición a la idea de emitir una moneda digital nacional.

Autor: Nataly Antonenko
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