El FOMO (acrónimo en inglés de “miedo a perderse algo”) es una condición mental específica llamada «síndrome de pérdida». Esta condición es especialmente relevante debido al uso generalizado de los smartphones y el acceso a las redes sociales. Este síndrome se caracteriza por el miedo a aislarse de la sociedad y a perder oportunidades.
El síndrome de los beneficios perdidos también se manifiesta en el mundo del trading. Por ejemplo, cuando aparecen tendencias alcistas, los traders abren operaciones y compran activos. En una situación normal, los operadores basan su comportamiento en el mercado en el análisis técnico adecuado, pero cuando aparece el FOMO, su toma de decisiones es más impulsiva, y la relevancia de las mismas queda supeditada a una gran cantidad de opiniones de expertos, noticias y otras informaciones.
¿Cuáles son los síntomas del FOMO y cómo podemos hacer frente a él? Proponemos abordar juntos estas cuestiones.
Ciclo FOMO-FUD
El término FOMO-FUD se refiere a una serie de manipulaciones psicológicas que constituyen la base de una determinada opinión social y un comportamiento característico. El ciclo de estas manipulaciones se utiliza en el marketing, con fines propagandísticos y en el mundo del trading. El FOMO-FUD se conoce como el «ciclo del miedo y la codicia», porque son estos sentimientos en los que se basa la manipulación psicológica.
Durante este ciclo, los interesados provocan “el miedo” y “la codicia” tomando medidas informativas y económicas para crear tensión mental en los inversores. Su principal objetivo es atraer la atención e influir en la opinión de los participantes en el mercado y, por tanto, en sus acciones. Como resultado, los ciclos de FOMO-FUD pueden tener graves consecuencias financieras negativas para los inversores. Por lo tanto, deben mantener la calma, aceptando tanto las opiniones sensacionalistas de los expertos como las declaraciones escépticas.
Señales del FOMO
El FOMO implica un fuerte miedo a perderse eventos de gran importancia u ofertas rentables. Este miedo es especialmente marcado en el contexto de una vida próspera y plena de actividad del círculo más cercano y de los líderes de opinión; en tales circunstancias, existe una sensación obsesiva de pérdida de tiempo de las propias actividades y de arrepentimiento por las oportunidades perdidas.
El síndrome de los beneficios perdidos tiene una relación directa con la insatisfacción con la propia vida y con los logros alcanzados, incluso en el ámbito de las actividades financieras: el trading y la inversión. Cuanto mayor sea el nivel de insatisfacción, más pensamientos compulsivos de “asumir riesgos para ganar más” aparecen. En un estado de miedo y descontento, la gente está dispuesta a emprender acciones precipitadas. Por ejemplo, los traders deciden comprar espontáneamente criptomonedas a precios poco rentables sin un análisis exhaustivo y detallado del mercado. Si se invierte por miedo a perder las ganancias inmediatas, existe un alto riesgo de grandes pérdidas financieras.
La presencia de FOMO sugiere una serie de características:
- el seguimiento constante de los tipos de cambio de las criptomonedas, del dinero fiat y de otros activos;
- el miedo a perderse noticias importantes que puedan provocar una subida del precio de determinados activos;
- el seguimiento constante de los movimientos de los activos;
- el miedo a perder otra alerta o mensaje;
- el deseo de responder rápidamente a los mensajes en cualquier circunstancia;
- el resentimiento por haber perdido la oportunidad de comprar un activo antes de que aumente su valor;
- el deseo de ganar mucho dinero para gastarlo en entretenimiento.
Todo esto va acompañado de una presencia constante del smartphone en la mano. La mayoría de estos síntomas tienen una alta probabilidad de diagnosticar el síndrome de los beneficios perdidos. En este estado, la persona pierde mucho tiempo y es propensa a realizar acciones precipitadas. Para deshacerte del molesto miedo a perderte “algo importante” y volver a una evaluación sobria de la situación, primero debes formular reglas claras para el uso de los aparatos:
- eliminar las aplicaciones innecesarias, desactivar las notificaciones emergentes de las apps que no son importantes;
- abandonar las comunidades y cancelar la suscripción a los perfiles que no son útiles;
- evitar los correos electrónicos de todos los servicios, salvo los más relevantes;
- comprobar las noticias y las cotizaciones bursátiles no más de dos veces al día (por ejemplo, por la mañana y por la tarde);
- evitar el uso de smartphone a la hora de acostarse y utilizar las redes sociales justo antes de acostarse;
- dividir tu tiempo entre el trabajo y la vida privada.
El FOMO no es fácil de combatir al principio, por lo que las normas descritas anteriormente deben introducirse gradualmente para que los nuevos hábitos puedan formarse sin un estrés innecesario.