Antes de la reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20, el Banco de Pagos Internacionales (BPI) ha presentado dos informes: sobre el ecosistema de las criptomonedas y sobre las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC). Los informes contienen conclusiones muy diferentes sobre las tecnologías conectadas.
El Centro de Innovación del Banco de Pagos Internacionales (BISIH) ha presentado dos informes para que los examinen los miembros del G20 que se reunirán a finales de este mes. En el primer informe, los analistas del BIS criticaron las criptomonedas, destacando todos los posibles riesgos asociados al uso de activos digitales. En el segundo informe, calificaron la CBDC de base para el desarrollo de un nuevo ecosistema de pagos.
En el informe sobre el ecosistema de las criptomonedas, los analistas del BISIH detallaron los retos estructurales y los riesgos asociados al uso de activos digitales, entre ellos:
- la centralización del comercio;
- la inestabilidad de las stablecoins;
- la irreversibilidad de los contratos inteligentes;
- la fragmentación de los mercados financieros.
Sin embargo, el mayor problema de las criptomonedas, según los autores del documento, es la creciente dependencia de la economía real del ecosistema de las criptomonedas. Los analistas del BISIH afirman que el creciente interés de los inversores institucionales por las criptomonedas y el desarrollo activo del mercado de activos tokenizados conducen a una “reducción del efectivo”. Sin embargo, es imposible sustituir el efectivo por criptomonedas debido a las debilidades estructurales de los activos digitales no regulados.
En el segundo informe, los representantes del BISIH valoraron positivamente el papel de las monedas digitales de los bancos centrales en el futuro sistema monetario, calificándolas de base para una mayor innovación. Así, según los autores del informe, el dinero de banco central tiene ventajas únicas. Las CBDC bien diseñadas serán un activo seguro y neutral para la liquidación, creando una base común para la interoperabilidad y el desarrollo de un nuevo ecosistema de pagos. Las CBDC pueden convertirse en la base de una arquitectura financiera abierta e integrada, al tiempo que siguen fomentando la competencia y la innovación.
Los representantes del BISIH también instaron a los funcionarios de los países miembros del G20 no sólo a seguir investigando el desarrollo de las CBDC, sino a acelerarlo. La razón es que la introducción generalizada de las monedas gubernamentales digitales puede llevar varios años, mientras que las stablecoins y las criptomonedas ya existen y están conquistando activamente el mercado.
Recordemos que, según la última investigación del BPI, el 93% de los bancos centrales están estudiando la posibilidad de emitir CBDC, realizando experimentos activos en el marco de proyectos piloto. Los especialistas del BPI, a su vez, han desarrollado un programa especial que permitirá a los bancos centrales proteger las CBDC de diversas amenazas cibernéticas.