El Banco de Pagos Internacionales (BPI) examinó el uso de monedas digitales de bancos centrales (CBDC) para pagos fuera de línea. El estudio concluyó que los pagos fuera de línea en CBDC plantean una amenaza significativa para la privacidad del usuario, así como riesgos de fraude.
El Centro Nórdico de Innovación del BPI, en colaboración con Consult Hyperion, publicó una guía detallada para bancos centrales: Project Polaris. El proyecto analizaba las distintas opciones de uso de CBDC para pagos fuera de línea y los riesgos asociados a los mecanismos de transacción fuera de línea en monedas digitales públicas.
Así, la principal conclusión presentada en el documento es que los pagos con CBDC fuera de línea implican riesgos para la privacidad, ya que pueden ser anónimos o revelar implícitamente la identidad del usuario, dependiendo de la implementación específica. Los problemas pueden surgir debido al nivel de protección de la privacidad que se especifica en el protocolo de transferencia de valores.
El documento también señala que realizar operaciones de pago con CBDC fuera de línea puede suponer un riesgo de fraude. Algunas interacciones requieren la identificación de las contrapartes, pero la confirmación fiable de la identidad no siempre es factible, lo que puede conducir a la falsificación de información personal y facilitar el fraude.
Los analistas del BPI subrayan la importancia de la interoperabilidad y de los sistemas de gestión de riesgos para los pagos fuera de línea con CBDC, así como la necesidad de definir claramente las funciones y responsabilidades de los participantes en el ecosistema a la hora de apoyar los pagos fuera de línea y la colaboración entre los sectores público y privado.
El Project Polaris pretende ayudar a los bancos centrales a diseñar e implantar pagos fuera de línea habilitados por las CBDC, teniendo en cuenta todos los casos de uso previstos. Sin embargo, los analistas subrayan que la privacidad, la resistencia y la gestión de riesgos de la utilización de CBDC para pagos fuera de línea dependerán de cada país, ya que no existe una “talla única”.
Según Beju Shah, director del Centro Nórdico de Innovación del BPI, la implantación de los pagos fuera de línea con CBDC requerirá un profundo conocimiento de la tecnología, la consideración de las amenazas y riesgos para la seguridad y la necesidad de desarrollar protocolos de privacidad, inclusión y resistencia.
Los responsables del Project Polaris recomiendan que los bancos centrales evalúen los riesgos en una fase temprana, utilicen software, infraestructura y tecnología seguros, y se aseguren de que la tecnología es fácil de usar.
Como recordatorio, el BPI está experimentando activamente con las CBDC, estudiando diversas opciones para utilizar las monedas digitales del banco central. Por ejemplo, el Project Icebreaker, que probó el uso de CBDC para pagos transfronterizos entre Israel, Noruega y Suecia, finalizó recientemente con éxito. Además, el BPI ha puesto en marcha el Project Mariana, cuyo objetivo es explorar el uso de protocolos DeFi para pagos transfronterizos en CBDC.