Según los investigadores, la industria minera de BTC es la que más rápido ha aumentado la cuota de energía nuclear y de gas.
La cuota de la energía nuclear en el consumo de electricidad de Bitcoin ha pasado del 4% al 9% en los dos últimos años. Al mismo tiempo, la cuota de la energía de gas aumentó del 13% al 25%. Estos datos figuran en el Índice de Consumo de Electricidad de Bitcoin (CBECI) actualizado, que recopilan los expertos del Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge (CCAF).
Cabe señalar que el crecimiento de las fuentes de energía nuclear y de gas se ha producido en gran medida a expensas de la energía hidroeléctrica, cuya cuota ha descendido del 33,6% al 14,9%. Durante el mismo periodo, la parte del consumo de energía procedente de la combustión de carbón sólo disminuyó un 4%.
Los analistas del CCAF subrayan que los patrones de consumo de energía varían mucho según la región. En Kazajistán, por ejemplo, que representa el 13,2% del cómputo total, la mayor parte de la energía utilizada es de origen fósil. Suecia, por otro lado, tiene una cuota de energía sostenible del 98%, pero genera alrededor del 0,8% del hashrate de la red global de Bitcoin.
El crecimiento actual de la cuota de gas y energía nuclear también está relacionado con las variaciones regionales. Por ejemplo, el porcentaje de hashrate de Bitcoin en Estados Unidos ha aumentado hasta el 37%, y el gas natural y las centrales nucleares generan una parte importante de la electricidad del país.
En general, el actual descenso del consumo de electricidad para sostener la red de Bitcoin es de más del 25% en comparación con los niveles máximos registrados a principios de diciembre de 2021. De esta cifra, las fuentes de energía sostenibles sólo representan el 38%. Las cifras de CBECI difieren significativamente de las citadas por los analistas del Consejo de Minería de Bitcoin (BMC). Según sus datos, el porcentaje de fuentes renovables en el conjunto energético de BTC es de casi el 60%. El director de CBECI, Alexander Neumueller, atribuye la discrepancia de las cifras a una diferencia en la metodología de investigación.
Los investigadores de la CCAF también concluyeron que la red Bitcoin genera alrededor del 0,1% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. El estudio de Geneious, por su parte, ha descubierto que la primera criptomoneda podría tener potencialmente cero emisiones.