La tecnología blockchain, las organizaciones autónomas descentralizadas (DAO), los tokens no fungibles (NFT) y la inteligencia artificial (IA) tienen el potencial de resolver todos los problemas actuales del sistema educativo tradicional.
Mehmet Fırat, investigador de la Universidad de Anatolia (Turquía), ha publicado un estudio que introduce el concepto de Ecosistemas Educativos Abiertos Inteligentes (Smart Open Education Ecosystems, SOEE) basados en blockchain, DAO, NFT e IA.
En el estudio, el autor hace hincapié en los problemas actuales del sistema educativo tradicional, en particular la desigualdad de acceso y la limitación de oportunidades. Fırat propone crear un sistema educativo abierto en blockchain que utilice sistemas de IA generativa como ChatGPT para el aprendizaje personalizado. Las lecciones, los materiales de aprendizaje y los documentos tendrán forma de NFT y todo el proceso se gestionará a través de DAO.
El autor citó como principal objetivo de la creación de SOEE la necesidad de democratizar el sistema educativo y proporcionar a los alumnos materiales de aprendizaje personalizados. Según Fırat, el concepto de combinar blockchain, IA y Big Data permitirá alcanzar una singularidad en la educación, donde la educación gratuita se convertirá en universal.
Cabe señalar que el trabajo del científico turco no es el primero en este campo. Así, ya en 2021, representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) elogiaron la posibilidad de crear un sistema educativo unificado basado en blockchain. Y científicos ucranianos ya en 2020 investigaron modelos eficaces de un ecosistema educativo en la singularidad.
Sin embargo, el estudio de Firat fue uno de los más ambiciosos. Así, el autor afirma que el uso de las tecnologías blockchain, IA, NFT y DAO permitirá en el futuro:
- garantizar la accesibilidad y la personalización de la educación;
- aumentar la calidad y la seguridad de los materiales educativos;
- establecer una gobernanza democrática del sistema;
- reforzar la propiedad intelectual y el valor de los contenidos;
- permitir la cooperación global entre IES;
- reutilizar los recursos educativos;
- preservar y apoyar la diversidad cultural y lingüística;
- garantizar la innovación y el aprendizaje experimental.
Según el autor, las conclusiones del estudio son preliminares y requieren más investigación y debate por parte de expertos en educación y reguladores.
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