Vivimos en una era en la que las tecnologías de la información avanzan rápidamente e ingresan en todas las esferas de nuestras vidas y donde el Internet se ha convertido en una forma de conectarnos, así como para trabajar, compartir información valiosa, recibir educación y mucho más. La información puede ser única, útil, no gratuita y, a menudo, incluye derechos de autor, por lo que esto genera problemas tales como el plagio, las noticias falsas y la desconfianza. Considerando que la mayoría de las personas en la Tierra usan Internet todos los días y comparten constantemente información y archivos sin limitaciones, la protección de los derechos de autor se constituye en una de las cuestiones más apremiantes del sistema jurídico. Parece que ya sabemos exactamente dónde se encuentra la línea entre el uso gratuito de la propiedad intelectual en línea y la infracción de los derechos de propiedad intelectual que pueden generar responsabilidad. Pero ¿cómo podemos hacerlo de manera efectiva?

Me gustaría analizar con ustedes cómo explorar, seleccionar y aplicar el poder de las herramientas de blockchain y Web3 cuando se trata de la protección de los derechos de autor digitales y qué herramientas relevantes están disponibles actualmente.

Momento histórico

El estado general de la protección de los derechos de autor en la era de Web3

La situación con la propiedad intelectual es muy extraña porque generalmente la tecnología es la que llega primero, luego la regulación. Cuando se trata de la propiedad intelectual, es absolutamente lo contrario. El Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas existe desde hace más de 130 años, pero solo ahora, por primera vez en la historia, hemos encontrado una herramienta eficaz para cumplir con los derechos de propiedad intelectual digitalmente. Y esto ha sido posible gracias a la blockchain e IPFS, libros mayores distribuidos, en los que podemos almacenar contenido en forma inmutable y garantizar su inmutabilidad. Esta revuelta histórica llegó para quedarse.

La blockchain y Web3 vienen al rescate porque son el futuro de la informática descentralizada. Las tecnologías basadas en la blockchain tienen muchas características que las distinguen de otros paradigmas informáticos, sin embargo, su principal valor radica en la generación de la verdad criptográfica, en otras palabras, su inmutabilidad. Este quiebre histórico no debe ser ignorado.

Cómo funciona el proceso

El estado general de la protección de los derechos de autor en la era de Web3

La verdad criptográfica es una forma de computación y registro que es más precisa, accesible, verificable y a prueba de manipulaciones que las alternativas existentes. La misma proviene de una infraestructura de confianza minimizada: un código que funciona exactamente como está programado porque su ejecución y validación no dependen de extraños confiables o variables no controladas.

La blockchain usa criptografía para autenticar datos y garantizar el orden cronológico de los registros, además de consenso descentralizado para validar nuevos registros y dejarlos inalterados, generando una minimización de la confianza. A través de este mecanismo, los procesos pueden ser monitoreados y ejecutados en un sistema de respaldo de múltiples partes verificablemente neutral que incentiva una gobernabilidad justa.

Breve resumen del problema para los medios

El estado general de la protección de los derechos de autor en la era de Web3

Los escándalos de plagio ocurren en todos los niveles de los medios digitales, incluso en aquel más alto. Como resultado, el negocio de los medios puede perder hasta el 75% del tráfico y el dinero debido a la copia no autorizada y, por lo tanto, sufrir daños y perjuicios. Probablemente, los usuarios continúen pensando que el contenido de Internet no pertenece a nadie, porque los píxeles son inmateriales. Pero como vemos, los derechos de los píxeles en la web pueden ser probados y protegidos.

Conceptos de PI: diferencia entre autoría y propiedad intelectual

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Recordemos brevemente la diferencia entre autoría y propiedad intelectual. Los derechos de autor son intransferibles, surgen en el momento de la creación del contenido y no requieren registro. Los derechos de propiedad intelectual (PI) son derechos de uso comercial. Si desea vender el contenido, debe registrar o adquirir los derechos de propiedad intelectual. Aquí la paradoja: no se requiere registro de autoría, sin embargo, en caso de litigio, usted debe proporcionar una carpeta completa de pruebas. Hoy en día, para aportar pruebas, los autores deben utilizar técnicas tan obsoletas como el envío de copias en papel o la denuncia posterior en las redes sociales, y eso estando en pleno siglo 21.

La creación de evidencia en papel bajo el Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas (adoptada en 1886) es lenta y costosa. Es posible eliminar el contenido plagiado utilizando dos adopciones del moderno tratado de derechos de autor de la OMPI: la Ley sobre Derechos de Autor en el Milenio Digital (DMCA) y la Directiva de Derecho de Autor de la Unión Europea (EUCD). El problema, sin embargo, es que todavía existen muy pocas herramientas para rastrear automáticamente y crear evidencia relacionada a la infracción de derechos de autor.

Una visión general de los servicios

El estado general de la protección de los derechos de autor en la era de Web3

El principal problema con la mayoría absoluta de los servicios de blockchain de 3/4 de generación es que pueden almacenar metadatos y utilizar la apostilla de la blockchain como base. Esto significa que puede cargar cualquier texto (imagen) que encuentre en Internet y obtener un certificado a su nombre. Este hecho demuestra que el solo uso de la tecnología de almacenamiento de un hash en un sistema blockchain no brinda protección contra el plagio. Antes de emitir un certificado, debe escanear la red en busca de contenido similar y asegurarse de que el mismo sea único.

Por ejemplo, Verisart, fue el primero en aplicar la blockchain al mercado del arte físico, ofreciendo a sus usuarios Certificados de Autenticidad patentados (certificados holográficos y etiquetas QR) para protegerlos de impostores y estafas. Esto agrega valor, genera confianza y previene el fraude.

Con el servicio de protección de derechos de autor Web3 de SharpShark, los medios no solo pueden proteger su contenido con marcas de tiempo, sino también reconocerlo y monetizarlo. La herramienta se puede utilizar en todas las etapas del trabajo con contenido, desde la creación hasta la resolución de casos de uso no autorizado. El usuario recibe una prueba digital de derechos de autor que cumple con las leyes modernas. Si el contenido se usa sin permiso, se notifica al cliente de manera oportuna y un proceso de resolución de controversias puede ser iniciado.

Copyscape es un software de detección de contenido duplicado. El mismo escanea la web diariamente en busca de copias del contenido de los usuarios y envía correos electrónicos cada vez que se encuentran copias nuevas. Además, Copyscape ofrece banners gratuitos de advertencia de plagio para sitios web para evitar el robo de contenido.

Otro proyecto Widevine es una herramienta completa de administración de derechos digitales que brinda a sus usuarios la funcionalidad de proteger audio y video contra infracciones. La solución DRM de Widevine brinda la capacidad de otorgar licencias, distribuir de forma segura y proteger la reproducción de contenido en cualquier dispositivo de consumidor.

Publiq no solo protege los derechos de autor, sino que también brinda la oportunidad de recibir una compensación justa por cada uso del contenido, para siempre. Sin embargo, no verifica si el contenido es original. Este servicio se ejecuta en la blockchain de Ethereum y admite la distribución de contenido y activos. Las tiendas que usan la blockchain contienen información sobre todas las transacciones, específicamente tokens minados y transferidos, metadatos de contenido, disponibilidad de contenido en tiendas distribuidas y estadísticas de contenido.

Deip es el primer protocolo Web3 específico de dominio para tokenización y gestión de activos intangibles de alto valor. Han desarrollado una tecnología única: un sistema para encontrar consenso entre expertos sobre la calidad de los activos intangibles y formalizar esta información en indicadores cuantificados. Estos indicadores proporcionan una medida explícita de la calidad y el potencial de cualquier activo intangible (como patentes, investigaciones, guiones cinematográficos, capital humano, etc.) El Servicio no está autorizado para abrir una disputa o compra/venta de bienes.

No hay duda de que la protección de la propiedad intelectual es el caso de uso más importante en la industria de la blockchain. La razón es simple: no existen muchas cosas en el mundo que realmente requieran inmutabilidad de datos, y la propiedad intelectual es definitivamente una de ellas. El criptomercado puede colapsar, sin embargo, el valor de la tecnología de blockchain en sí misma y el modelo de las instituciones descentralizadas permanecerán.

Para resumir

El estado general de la protección de los derechos de autor en la era de Web3

Las personas pueden compartir o difundir información de la que no son los originadores, pudiendo, en última instancia, engañar a los consumidores. La mayoría cree que la responsabilidad del cumplimiento de los derechos de autor recae únicamente sobre los propietarios de los recursos de Internet que nos brindan una plataforma para compartir dichos archivos. No fue hace tanto tiempo que no existían herramientas para confirmar y proteger los derechos de autor en Internet. Hoy en día, tenemos un mecanismo único para crear un estándar Web3 para evidenciar la autoría usando la blockchain e IPFS que es 100 veces más económico que las herramientas tradicionales y 100 veces más rápido que crear copias en papel. El mismo es resistente a la censura y ofrece almacenamiento ilimitado. Finalmente, ahora podemos cumplir al 100% con el nuevo marco jurídico del Parlamento de la UE para la propiedad intelectual en el espacio digital, que ha sido muy controvertido y ha generado mucha protesta.

Autora: Sasha Ivanova, cofundadora de SharpShark

Coautora: Yevgeniia Kurchavova, gerente de relaciones públicas

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